Ayer día 1 de septiembre, en la Baja Bocarones pudimos disfrutar de otro encuentro mágico. Estábamos en la cara exterior de la baja...

Ayer día 1 de septiembre, en la Baja Bocarones pudimos disfrutar de otro encuentro mágico. Estábamos en la cara exterior de la baja mirando al azul ya que los bancos de peces estaban todos fuera al no haber corriente, cuando se nos vino encima una enorme Manta (mobula tarapacana). Nos estubo dando pasadas durante un rato, cuando empecé a oir los gritos de uno de los buceadores, miré donde me señalaba y vi la inconfundible silueta de un tiburón. En un primer momento pensé que se trataba de una cornuda, pero segun se acercaba ya pude distinguir claramente que se trataba de un Marrajo de estatura media, especie que se considera en peligro de extinción debido a su sobre pesca. Empecé a llamar su atención con la linterna y pequeños toques de maracas y nerviosamente se fue acercando. Lo curioso es que cuando ya lo teníamos casi encima la manta se interpuso hasta en dos ocasiones entre el tiburon y nosotros, girando todo su cuerpo a forma de pared ¡¡¡INCREIBLE!!! este comportamiento ya me lo comentó un instructor de otro centro que lo había vivido entre una manta y un tiburon solrayo. En ese momento pensé que era un flipado, pero ayer me dí cuenta de la razón que tenía y de lo curioso de este tipo de interacciones entre buceador - manta - tiburón.
Preciosas imágenes de Quique Becerra
¡¡¡NO DIVING, NO GLORY!!!




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