Muchos son los buceadores que nos visitan, y al ver meros y abades, nos preguntan cual es la diferencia entre unos y otros. Yo siempre les respondo que...

Muchos son los buceadores que nos visitan, y al ver meros y abades, nos preguntan cual es la diferencia entre unos y otros. Yo siempre les respondo que el mero, crece a lo ancho, y el abade a lo largo (mas fino y perfilado). Además del tamaño y peso, mucho mayor en los meros adultos, que en los abades adultos.
El abade (Mycteroperca fusca) y el mero (Epinephelus marginatus) que habitan en aguas de Canarias son peces parientes de la familia de los serránidos. Presentan cuerpo robusto, algo comprimido, oval y alargado. Boca con dientes pequeños en ambas mandíbulas y paladar. En general, su patrón de color es suficiente para diferenciar las diversas especies, aunque cada una presenta variaciones cromáticas; los juveniles suelen tener coloración diferente del adulto y cuando hay manchas oscuras se hacen más pequeñas y numerosas en adultos. Este patrón puede alterarse según el grado de estrés del animal. 
Es muy habitual ver a meros en muchas de nuestras inmersiones de un color prácticamente blancos. 
En estas ocasiones están defendiendo su territorio y es fácil verlos echando los grandes meros a otros mas pequeños de su territorio. En ambos casos son hermafroditas proterogínicos: los individuos nacen hembras y, a una determinada talla (edad), cambian a machos. Así, los famosos grandes meros canarios como fueron nuestro Pancho o en Lanzarote Felix, fueron machos. Otra característica extraña en este caso de los abades, son los de color totalmente amarillos, llamados estos, Capitan, y que son realmente una rareza de la naturaleza.

Ahí os dejamos una fotito, realizada por nuestro fotógrafo Joan Costa, estos días pasados por nuestra isla.

NO DIVING, NO GLORY!!!!!!!



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