Imagen 51 de los días extraños. Buceando hacia la normalidad.

Muy de vez en cuando aparecen por nuestras aguas un ser de esos que parecen sacados de una novela de ciencia ficción.
Son los Pirosomas, vulgarmente llamados condones de ballena...
Pero, ¿qué puede ser ese animal peludo, lumínico y tan escalofriante que vive en el fondo del mar?
Es un pirosoma, una criatura escurridiza que impresiona. Según los científicos, los pirosomas son como los unicornios, animales utópicos y misteriosos, aunque en realidad se trata de una colonia conformada por miles de individuos denominados zooides, los cuales trabajan a la vez para mover a la colonia por el agua.
Normalmente tiene una fisionomía alargada por un pack de miles de organismos que son capaces de clonarse a sí mismos y adentrarse en la colonia. Estos miembros están conectados físicamente, formando una especie de dedal a lo grande con un final en un extremo y una apertura en el otro. En ocasiones, puede alcanzar la anchura de 2 metros, lo suficiente para que te transportes en su interior por todo el fondo del mar. Respecto a la longitud, la máxima encontrada en estos seres ha sido de 18 metros. El de la foto (con Cristina posando), es de un tamaño medio-pequeño.
Algo que llama la atención del pirosoma, es que es bioluminiscente, cada organismo del animal puede emitir luz y cuando uno de los individuos lo hace, los demás lo copian. Lo mismo ocurre con las demás colonias, que al ver a las vecinas encendidas, empiezan a iluminarse. Si tenemos la suerte de estar en el agua cuando esto sucede, tendremos una experiencia que jamás olvidaremos!
Los pirosomas se alimentan de plancton mediante la filtración del agua y luego lo liberan por el interior a través de la abertura de la colonia con la colaboración de la fuerza de cada zooide. Así, que tanto en la alimentación como en su acoplamiento, estos individuos se compenetran a la perfección.
A más de uno le aterrorizará la idea de encontrarse con un pirosoma, por su parecido con una gigantesca medusa, pero en realidad son seres inofensivos. Como se alimentan del plancton no tienen ni dientes ni tentáculos, por ello no deberíamos temerles. Del mismo modo que otros animales del mar ellos son animales filtradores y no necesitan presas para alimentarse.